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Cómo ahorrar energía en el hogar

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Cómo ahorrar energía en el hogar

Con el aumento del precio de la electricidad y del gas, cada vez es más importante buscar formas de ahorrar, por eso te damos algunas recomendaciones para que el coste de tu facturas energéticas sean lo más económicas posible. Con pequeños gestos y reformas en el hogar, podemos reducir significativamente nuestras facturas. Algunas acciones, como apagar las luces en las habitaciones vacías, aprovechar la luz natural y dejar entrar los rayos del sol en nuestras casas en invierno, o bajar las persianas en verano son un buen método de ahorro. Pero aún podemos hacer más, te dejamos formas de ahorrar energía en casa.

Instalar aislamiento térmico

Esto es fundamental para un mayor ahorro y una mayor eficiencia energética. Existen diferentes sistemas de aislamiento térmico, la elección de uno u otro depende de las necesidades de su vivienda y de las inversiones previstas. Se puede optar por aislamientos de estanqueidad para puertas y ventanas o aislamiento térmico reforzado.

Contrata una tarifa de luz  más barata

No todas las facturas de la luz son iguales y no todos los hogares consumen de la misma manera. Debido al aumento del precio del gas y  electricidad, saber cómo contratar la luz o el gas con la compañía más barata o incluso instalar energías renovables es clave para controlar el consumo de energía del hogar. Para ahorrar energía en el hogar, tiene la opción de que un experto inspeccione su hogar en busca de fugas y deficiencias que estén causando que use más energía de la que debería. De esta forma puedes ahorrar luz y gas en tu casa.

Adapta la potencia eléctrica

Probablemente tengas más energía contratada de la que necesitas.Una posibilidad de ahorro es adaptar la potencia eléctrica. El ahorro de electricidad en el hogar depende no solo de cómo la uses, sino también de qué potencia eléctrica contrates. Más allá del consumo energético, es muy importante tener claro la potencia que contratas. Asegúrate de contratar solo lo que necesitas y de utilizarlo correctamente.

Regula la temperatura de calefacción y aire acondicionado

Cada grado más en invierno o cada grado menos en aire acondicionado supone un aumento del consumo del 7%, por lo que es mejor ajustar la temperatura y no tenerla demasiado alta ni demasiado baja en ninguna época del año. En invierno, se considera suficiente una temperatura entre 19 y 21°C durante el día y entre 15 y 17°C por la noche. En verano, es recomendable mantener la temperatura en torno a los 23-26ºC.

No dejes los dispositivos en modo de espera

Apagando todos los electrodomésticos que quedan en stand-by se ahorra un 10% del consumo doméstico. Para que sea más fácil apagar estos dispositivos por completo, puede usar enchufes inteligentes o regletas que le permitan desconectar varios dispositivos a la vez.

Reemplace las bombillas convencionales

Las bombillas de bajo consumo serán tus mejores aliadas. No solo requieren de cinco a siete veces menos voltaje que los convencionales, sino que también tienen una vida útil más larga, lo que se traduce en más ahorros.

Ajuste el termostato sabiamente

En los días de verano la temperatura del aire acondicionado puede llegar hasta los 24°C, mientras que en la estación fría es suficiente una calefacción cercana a los 20°C. Complétalo usando ropa adecuada y evita reflejar el grado por encima o por debajo a final de mes.

Realizando una comparativa entre las compañías podrás escoger una tarifa de electricidad adecuada y la compañía de gas más barata. Es importante revisar periódicamente tu factura y la tarifa que tienes contratada, Estar muy atento a los ajustes de precio que te indicará tu empresa en el momento de la renovación.

 

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